“Que escuchen y entiendan bien los que manejan estos clanes criminales, yo estoy para enfrentarlos, a mí no me van a comprar, no existe dinero en el mundo que pueda comprar a este Ministro de Justicia”, puntualizó.
Agregó que tratará que todas las autoridades del ministerio, directores penitenciarios, viceministros y todo el personal de seguridad e inteligencia que maneja la información confidencial, “vamos a enfrentar este flagelo para la República del Paraguay”.
El ministro Barchini recordó que está en marcha el diseño de un nuevo programa de gestión penitenciaria que contribuya con la seguridad nacional. Al respecto, mencionó la lucha frontal contra los clanes que lideran las penitenciarías y la dignificación de las Personas Privadas de Libertad (PPL).
Precisó que la orden del presidente de la República, Santiago Peña, es que el Estado recupere el control en los centros penitenciarios en cuanto a presencia y transparencia en la gestión.
Sobre el punto, el Secretario de Estado calificó de clave al trabajo conjunto entre el servicio de inteligencia de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas.
En cuanto a la dignificación de las PPL, dijo que la labor con el sector privado y las iglesias contribuirán para afianzar el proceso de reinserción, en base a la protección, respeto irrestricto a los DDHH y respuesta a las necesidades básicas.
“Como les dije a todos los sindicatos del Ministerio de Justicia, de los agentes penitenciarios, borrón y cuenta nueva, desde hoy se terminó el carnaval en los centros penitenciarios y se retoma el poder del Estado. Esto, obviamente, merece una acción firme, transparente”, sostuvo el ministro.
Señaló que el primer paso es conseguir separar las PPL condenadas de las que todavía tienen causas abiertas, con miras a disminuir el hacinamiento en los centros penitenciarios, lo que permitirá un mejor control y aplicación de los programas de reinserción.
Además, se refirió al crimen organizado que corrompen todo el sistema, inclusive, logran agravar la situación de las PPL que ingresan por delitos menores y se incorporan a los clanes para convertirse en criminales.
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