La coyuntura económica proyecta cifras positivas; el empresariado ha recuperado la iniciativa, y estamos a solo un mes de que un nuevo Presidente, asuma la responsabilidad de dirigir el destino de la patria.
Hemos de reconocer, que la democracia no siempre nos ha brindado tiempos fáciles de sobrellevar, aún así, el compromiso de la producción y el trabajo, nunca se debilitó. A pesar de múltiples obstáculos, la industria nacional se expandió, y la democracia se consolidó.
A la clase política y a la sociedad civil, en el marco democratico, le corresponde continuar con el proceso de desarrollo institucional. El proyecto de nación basado en los principios del Estado social de derecho, tiene que hacerse realidad.
Debido a ello, se requiere que la relación gobierno/oposición, sea benévola con la estabilidad institucional y económica. Esperamos y deseamos, que el escenario político no se caracterice por la relación amigo-enemigo.
Que el gobierno haga su trabajo, y que la oposición cumpla con su deber de señalar los errores.
Las peleas estériles, deben ser dejadas de lado
La reforma del Estado debe llevarse a cabo, como una herramienta fundamental para proyectar un crecimiento sustentable.
¡Con un Estado ineficiente y prebendario… nunca lograremos una economía social de mercado!
El liderazgo del gobierno central, le corresponde al titular del Poder Ejecutivo, pero la función de gobernar es abarcante.
Se trata de una obligación compartida por todos los Poderes del Estado.
Esperamos que la dirigencia política entienda el tiempo histórico que estamos atravesando, y actúe en consecuencia". Enfatizando su discurso en la iniciativa de la exposición.
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